Que diferente una lactancia de otra….

Que contenta estoy. Una mama amiga, Sara, se ha apuntado a contar la historia de la lactancia de sus dos peques. Como veréis en el relato las dos muy diferentes. Espero que os guste. Y animaos a contar vuestra historia, cuantas más seamos mejor.

Que diferente una lactancia de otra….

Yo soy mama de una niña y de un niño y mi experiencia con la lactancia ha sido y sigue siendo
hoy en día muy buena, aunque muy diferente una de otra.
Cuando me quede embarazada de mi hija la mayor la verdad que no pensé nada, deje que
todo fluyera tal y como tuviera que ser, yo quería dar el pecho, pero si no podía o ella no
quería no tenía ningún problema en darle bibe, asi que no pensé en más durante el embarazo.
Llegó el día del parto (otro tema para poder contar) y antes de salir de quirófano ya le tenía
puesta en el pecho, nada más ponérmela a mi lado ella misma empezó a buscar asi que
salimos la una a la otra agarrada y disfrutando del momento. Ella nació al medio día asi que
tuve todo el día para poder afianzar el agarre, la verdad que me pareció increíble fue una cosa
como si lo hubiera estado haciendo toda la vida, ambas teníamos claro que queríamos tetita,
enseguida la cogió y con una buena postura, pero enseguida empecé a notar molestias, cada
vez que pedía notaba un dolor horrible, veía las estrellas no lo podía soportar, asi que me
aconsejaron unas pezoneras en el hospital y allí que fue mi marido a la farmacia más cercana a
comprarlas, pero con eso la niña no podía tomar, asi que nada, otra vez a darle sin pezoneras y
a sufrir esos dolores terribles que me daban cada vez que me cogía el pecho, cuando llego la
noche se lo comente a las enfermeras y me ofrecieron un biberón para que la niña durmiera y
yo también, pero si lo que había que hacer era estimular el pecho para que subiera la leche y
llegar a tener una buena lactancia decidí que a pesar del dolor no se lo daría y ya veríamos que
era lo que pasaba más adelante. A los pocos días de salir del hospital estaba en la médico de
cabecera porque me dolía mucho el pecho, lo llevaba ardiendo y muy duro, yo ya tenía
sospechas y la doctora me lo corroboro PRINCIPIO DE MASTITIS, HORROR, pensé, así que yo
toda asustada y preocupada porque llevaba unas grietas impresionantes en el pecho se lo
conté todo a la médico y me sugirió bajar de inmediato al grupo de Lactancia que se estaba
impartiéndose en ese mismo día en Cuarte, antes de eso llamo a la enfermera de pediatría
María (una chica muy maja y amable) le contamos la situación, mis dolores y mis grietas y miró
a Lara (mi hija) y se dio cuenta que tenía frenillo y que por eso tenía esas grietas y me hacía
tanto daño dar el pecho porque no podía mamar bien, junto con ella y casi por prescripción de
la doctora bajamos al grupo de lactancia, allí me encontré con chicas que habíamos ido juntas
a las clases de preparación al parto y conocí a otras muchas que hicimos una gran piña y que a
día de hoy seguimos siendo amigas y ayudándonos unas a otras en todo lo que podemos.
En el grupo de lactancia me enseñaron a poner a Lara en todas las posiciones posibles al pecho
para que ella me ayudara a quitar la mastitis que había creado en solo 4 días de dar a luz y la
pediatra (Eva) le corto el frenillo y la verdad todo fue rodado, ella fue una campeona y entre el
antibiótico y ella mi mastitis mejoro mucho en muy poco tiempo, eso y una crema que me
recomendaron (purelan), unas copas de recogida de leche
(https://www.medela.es/lactancia/productos/cuidado-del-pecho/copas-para-recoger-leche)
para que cuando saliera a la calle no me rozara el sujetador y que no me pusiera los discos
para que no se me humedecieran los pezones e ir con los pezones al aire en casa para que esas
grietas estuvieran secas y se cicatrizaran cuanto antes, para poder tener una lactancia sin dolor
VAMOS TODO UN PANORAMA PARA CONSEGUIR DARLE EL PECHO, pero en ningún momento
pensé en abandonar, tenía leche y mucha además y mi hija sabia mamar, asi que no podía
perder la oportunidad de intentarlo y al final lo conseguí.

Tras un mes un poco difícil, por lo de las grietas, la lactancia llego para quedarse y muy
cómodamente, podía ir a cualquier lado con mi pequeña ya que solo tenía que sacar el pecho
para darle de comer, yo tenía muchísima leche notaba perfectamente las crecidas de leche y
mi hija en ese momento pedía, la verdad que ella solo quería la teta para comer, no la usaba ni
como chupete, ni como apego, si se la ofrecía y no tenía hambre no la cogía, pero bueno
estábamos bien las dos porque aunque no quería la teta si quería estar con su mama.
Como tenía tanta leche que ella no quería en el grupo de lactancia hablaron de las donaciones
de leche y me decidí, eran para los niños neonatos y creí que era la mejor forma que tenía para
ayudar a esos pequeños a salir a delante (de esto también puedo hablar largo y tendido)
Yo me sacaba leche tanto para la donación como para crear reservar para Lara ya que a ella le
daba igual que le diéramos teta o biberón, asi que si alguna vez se la tenía que dejar a mi
marido pues me sacaba y él se la daba en bibe sin ningún problema, pero no quería abusar
mucho de ello porque tenía la intuición de que en cuanto le diera mucho bibe ella decidiría no
tomar teta, asi que para evitar darle mucho como empecé a currar cuando ella tenía 5 meses y
medio le adelanta la entrada a la comida solida con las frutas y en el tiempo en que yo estaba
trabajando le daban fruta y leche que yo me había sacado o tenía guardada y asi llego el
momento de la guarde, allí claro eran más horas y en el trabajo me podía sacar una vez al día,
para ir congelándola e ir renovando mis reservas de leche, aunque se agota enseguida la leche,
por lo que al final le dimos hasta el año algo de formula pero ya os digo Lara es que le daba
igual lo que le diéramos q ella se lo tomaba perfectamente, no hacía ascos a nada y enseguida
con la comida paso lo mismo asi que teta solo tomaba cuando nos juntábamos de la vuelta del
trabajo y de la guarde, que era como nuestro momento deseado y de saludarnos y estar
juntitas y luego ya para ir a dormir y durante la noche que esta se la fuimos quitando, hasta
que al final ella empezó a no querer ya teta, le estuve insistiendo durante un mes más o menos
pero al ver que ella la rechazaba decidí no sufrir más, me hacía mucho duelo porque veía que
me alejaría de ella pero no podía seguir sufriendo más al ver que ella no la quería, asi que a
partir de los 13 meses ya no le di más teta, ella estaba contenta con sus comidas y con su leche
de vaca que le dimos desde los 12 meses.

Sin embargo, mi otro hijo todo fue diferente, tampoco pensé en darle biberón ya sabía que
tenía leche y cómo hacerlo asi que ni lo dudé, de hecho, no tenía ni un biberón en casa y asi
nos fue luego unos días más tarde. Leo (mi hijo pequeño) nació a las 4h 30′ de la mañana fue
un parto muy bonito (también os puedo contar la diferencia entre uno y otro) y también
enseguida cogió el pecho, aquí ya sabía lo que tenía que hacer no tenía duda, me daba igual lo
que la gente me dijera, en cuanto tuvo ocasión cogió el pecho y no lo soltó en un buen rato
tuvimos un apego muy bonito desde el primer momento, aunque con Lara también pero, yo
creo que la experiencia es poder y se nota un montón, tenía pezoneras preparadas, crema y las
copas recolectoras, pero la verdad que no nos hizo mucha falta nada, un poquito la crema pero
poco, Leo hacía unos ruidos raros al mamar y miramos a ver si tenía frenillo, se lo dijimos a la
pediatra del hospital y nos dijo que no, asi que nos dieron el alta y nos fuimos para casa con su
ruidito, y ya a su pediatra se lo comente y se lo acabaron cortando también. Los primeros días
fueron duros como todos, un nuevo miembro en la familia, más una peque celosilla de su
hermano pequeño, más que a los 9 días de dar a luz me empezaron unos dolores terribles de
tripa y allí que nos fuimos al hospital DIAGNOSTICO: APENDICITIS a operar de urgencia y yo
con un bebe de 9 días, sin biberones y sin leche guardada, imaginar cómo me encontraba …
FATAL, no mal por la operación sino por el panorama que le dejaba a mi marido, corriendo a

comprar biberón, leche y con la duda de si al tomar bibe ya no querría la tetita de su mama
cuando yo volviera, asi que no lo dude, mande traer al hospital mi saca leches y con una
alarma en el reloj cada 3h como un clavo ahí estaba yo sacando la leche para no dejar de
producir y darle la oportunidad a mi bebe de cuando yo volviera a casa que si quería podía
seguir tomando teta, y asi lo hice, en 2 días me mandaron para casa y en cuanto se despertó lo
primero que hice fue ponérmelo al pecho y el sin dudarlo se agarró, se agarró tan fuerte que
aún no ha soltado su tetita, como él dice, la semana que viene hace 3 años y aun quiere teta
pide cuando está cansado sobre todo y para ir a dormir y si se despierta a media noche, ya
sabe que durante el día fuera de casa no hay teta y lo llevamos bien, suele dormir toda la
noche asi que no hay problema, aunque algún día sí que se despierta pero en contadas
ocasiones, el a diferencia de su hermana estaba enganchado todo el tiempo y eso que era un
dormilón pero podía pegarse horas agarrado a la teta sin despegarse de mí. Casi había que
despertarlo para que comiera, pero también dicen que el dormir engorda y como iba bien de
peso pues lo dejábamos dormir más, a diferencia de su hermana no ha querido ni un biberón
ni medio desde que yo llegue a casa de mi operación por lo que el sigue tomando teta para
relajarse y dormir y su leche de vaca desde los 12 meses para ir a la guarde y ahora al cole. Con
él, sin embargo, no he podido donar ni sacarme leche para guardar porque se la tomaba toda,
me hubiera gustado volver a hacerlo, pero intenté un par de veces y no conseguí nada como el
comía más a menudo que su hermana no me daba para ello. De momento seguimos con la
teta y yo creo que por el seguiremos más, yo hay veces que me canso, pero también es
nuestro momento de estar juntos, que este tiempo pasa tan rápido que a lo que te das cuenta
son unas mujercitas y unos hombrecitos, entonces iremos viendo sobre la marcha y las
circunstancias, pero de momento lo llevamos bien unos días mejor que otros, pero lo
llevamos.
Yo la verdad que en los dos casos no he tenido nunca ningún pudor de ponerme a dar el pecho
en ningún sitio, sí que al principio igual me tapaba más, pero también Lara se distraía mas y
perdía el interés por la teta hacia los ruidos, pero con Leo daba igual como si le pasaba un
camión por encima, el seguía a lo suyo sin despegarse de su teta.
Si que es verdad que con los dos he tenido varias veces mastitis, pero muchas menos con Leo
que con Lara porque el era mas tragoncete que ella, pero con el antibiótico y las diferentes
posturas se me han pasado siempre enseguida, no he tenido ningún problema
¡¡Ya veis que diferente ha sido una lactancia de otra, pero las dos inolvidables!!

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Itziar

    Jo, cuanta razón. Yo también soy mamá de dos niños y la lactancia en cada uno de ellos ha sido un mundo. Con mi hijo mayor los comienzos no fueron fáciles. No quería pecho y cuando me lo ponía no paraba de llorar. Casi dos semanas sin comer nada y bajando a diario al pediatra para que le miraran la glucosa. Nos dieron mil trucos y parecía no funcionar ninguno hasta que compramos leche de fórmula y cuando me lo ponía en el pecho, mi marida con una jeringuilla me echaba unas gotas, entonces se agarraba y comía durante un rato, y cada vez que lloraba;repetiamos la jugada. Después de estas primeras semanas ya sin problema hasta los 16 meses. Eso sí, vivía por y para la teta, todo el día enganchado.
    En cambio, con el segundo me pasó todo lo contrario. En el paritorio, sin haber cortado el cordón, me lo pusieron encima y se enganchó!!!!. Menuda emoción con el miedo que me daba volver a pasar por lo mismo. Nada que ver en ningún aspecto, la verdad. Las tomas interminables del primero con las tomas de diez minutos del segundo. En cambio, como todo no podía ser, el pequeño empezó a tontear sobre los diez meses y a no demandar así que lo estiré hasta que cumplió un año y aunque me hubiera encantado seguir, no fue posible.

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